Con
éste artículo intentaremos aportar un poco de luz a aquellas personas que
atraviesan serias dificultades para llegar a fin de mes con solvencia.
Analizaremos también la cultura del consumismo y propondremos algunos
consejos para evitar la compra compulsiva y ordenar nuestras finanzas
personales.
El consumismo
La
cultura del consumismo ha llevado a las personas a confundir los conceptos de riqueza y deuda. Los
bancos, mientras tanto, han empujado a los ciudadanos a caer en la trampa
mercadotécnica de la inmediatez, que empuja al consumo irracional y a creer que
“tener más es ser más”. Muchos
olvidan que uno es amo de lo que tiene y esclavo de lo que debe. Por ende, si
obtuviste algo a partir de deudas, realmente no tienes nada más que un régimen
de esclavitud financiera.
Jimmy
Carter, el presidente número 39 de los Estados Unidos, dijo en su discurso de
15 de Julio de 1979:
“En una nación que está orgullosa del
trabajo duro, familias fuertes, comunidades unidas, y nuestra fe en Dios,
muchos de nosotros tendemos a adorar la autoindulgencia y el consumo. La
identidad humana ya no está definida por lo que uno hace, sino por lo que posee.
Pero hemos descubierto que poseer y consumir cosas no satisface nuestra
búsqueda de significado. Hemos descubierto que apilar bienes materiales no
puede llenar los vacíos de vidas que no tienen propósito”
Consejos para evitar la compra
compulsiva
Si
crees que en tu interior convives con un comprador compulsivo que te arrastra a
un endeudamiento cada vez mayor, tal vez podrían interesarte los siguientes trucos:
1. Hacerse la pregunta: “¿Realmente
necesito esto?
Cuando
estés frente al escaparate de esa tienda que tanto te gusta o frente al
irresistible artículo que deseas compras, debes pensar si realmente necesitas
aquello. Quizás deberías combatir la impaciencia, la inmediatez y plantearte si
realmente vas a utilizarlo.
2. No lleves encima dinero ni tarjetas
de crédito/débito.
Evita
llevar encima más dinero del justo y necesario para pasar el día. La posesión
de una cantidad excesiva de dinero podría llevarte a una compra impulsiva. La
mayoría de la gente puede pasar el día con 20 euros en la cartera sin sufrir
ningún trauma.
3. Postergar las compras para el día
siguiente.
No
compres las cosas en el momento, postérgalas para el día siguiente. Como
señalamos antes, la inmediatez puede jugarte una mala pasada. Las buenas
decisiones siempre se meditan, haz lo mismo con tus compras.
4. Compara el precio de todos los
artículos.
Cuando
en efecto necesitas comprar algo deberías conseguir primero al menos 3
cotizaciones distintas de aquello que vas a compras. El precio de un coche, por
ejemplo, puede variar hasta 2.000 euros de un concesionario a otro.
5. Ahorrar en lugar de endeudarse.
El
endeudamiento siempre es más caro. El ser humano se mueve por impulsos y las
agencias financieras y de marketing lo saben. No te dejes embaucar por ese
precioso televisor de plasma que puedes pagar en diez cómodos plazos sin
intereses. Ahorra y cómpralo cuando tengas el montante de dinero reunido, nunca
antes. Si unes varias pequeñas deudas de 50-60 euros mensuales, éstas se
transforman en una gran deuda que merma innecesariamente tus finanzas
personales.
6. Usa dinero en efectivo, no tarjetas
u otros medios de pago.
El
concepto de dinero es abstracto. Cuando pasas la tarjeta por el datafono igual
da que sea un euro o 50.000 euros. Con el uso de efectivo materializas ese
concepto tan abstracto, sientes su tacto, su peso y que te desprendes de él. Prueba
a hacer la compra mensual de 200 euros en tu supermercado de siempre con dinero
en efectivo y notarás como la sensación de pérdida es más fuerte.
7. Aléjate de las compras tanto como
sea posible.
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