1.- Es difícil de conseguir: Esta
idea está muy arraigada en mucha gente, sobre todo si la única forma de conseguir dinero que conocen es
trabajar para alguien más.
Es
decir sólo saben generar ingresos activos.
Más sobre esto, cuando entremos en el tema de las finanzas personales.
Alguna
vez escuché a una persona contar cómo su padre se la pasaba repitiendo: “el dinero no es fácil de conseguir, hay que
trabajar muy duro para ganar un centavo, así que no me pidas eso”.
Si
condicionamos nuestra mente de esta forma lo más seguro es que así será.
¿Cómo cambiamos esta creencia?:
aprendiendo nuevas formas de generar dinero.
El
dinero puede ser más fácil de
conseguir de lo que parece, lo que se debe hacer es aprender cómo generarlo,
aumentar lo más que podamos nuestra inteligencia
financiera, ser creativos, y lo más importante arriesgarse e intentarlo.
“Tanto
si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”
Henry
Ford
2.- El dinero es malo: ¿Alguna
vez oíste decir a alguien que el dinero corrompe a las personas… O que los ricos
son malos, que han conseguido sus fortunas pisoteando a los demás?
O
quizás has visto alguna de esas telenovelas en donde los que más tienen dinero
son los villanos y los buenos de la novela son los más pobres. En algunos casos
puede ser así, pero de tanto ver esas cosas, la gente se hace a la idea de que
en la realidad es igual.
Tengo
un amigo muy trabajador y que hoy en día está en una situación económica muy
favorable.
Pero
cuando era más joven, tenía un amigo que trabajaba con él. Mi amigo siempre
quería crecer financieramente, tener una mejor casa, campestre, comprar una camioneta,
viajar, etc. Mientras tanto su amigo estaba conforme con la situación en la que
vivía, con el cheque de cada mes.
Tiempo
después se reencontraron y adivina que, .mi Mi amigo ya tenía su camioneta y su
casa, pero el amigo de él seguía igual, el mismo trabajo, el mismo salario, las
mismas dificultades financieras.
Cuando
el amigo lo vio, lo primero que le dijo pensó fue que qué la había pasado que
si se había metido en algún negocio ilícito. Eso es Todo por la misma mentalidad, de que todos los que tienen
dinero es porque han hecho algo malo.
El dinero en sí, naturalmente es
neutro: no es ni bueno ni malo. Lo bueno o lo malo es la forma
como lo usamos. Es aconsejable que desde joven las personas aprendan a usarlo de una buena forma. El reformador
John Wesley. Aconsejó
alguna vez producir todo el dinero posible en beneficio de otros. Esta es una
buena manera de usarlo.
También
dijo: “gana todo el dinero que puedas, ahorra todo el dinero que puedas, y dá
a los demás todo el dinero que puedas.
3.- Provoca muchos problemas. Es
posible que en algunos casos sea cierto, pero en muchos otros, la falta de
dinero también acarrea muchos problemas. Entonces el tema no tiene que ver con
el dinero en sí, sino con la forma en que lo usamos o para qué lo usamos.
Alguien
decía que el dinero no cambia a las personas, solamente las muestra como en
realidad son.
4.- No alcanza para nada. Por
lo general cuando el dinero no alcanza, lo más seguro es que sea por alguna de
estas dos razones: Se genera poco o se gasta demasiado.
Cualquiera
de las dos tiene su raíz en un mal manejo
de las finanzas personales.
Lo
que sí es cierto es que entre más se gana la gente tiende a gastar más y muchas
veces en cosas innecesarias.
Algunas
veces sólo por mostrar una imagen o exaltar el ego les pasa lo de la historieta
de Mafalda:
5.- Nos aleja de Dios. ¿Has
escuchado esto alguna vez?... “es más fácil que un camello pase por el ojo de
una aguja a que un rico vaya al cielo”.
Pues
bien, déjame decirte que son textos sacados de su contexto original.
Si
bien es cierto, muchas
personas se han
apartado de sus principios y
valores por tener mucho dinero o por conseguirlo, también hay mucha gente a la
que Dios le ha dado la facultad de generar mucho y también la dicha de
disfrutarlo adecuadamente y compartirlo. Lo que hay realmente en el corazón de
cada persona es lo que la acerca o la aleja de Dios. No el dinero en sí mismo.
6.-Es necesarios para ser feliz. Esta
es quizás una de las mentiras más difundidas en cuanto al dinero, es cierto que
produce bienestar, pero nunca podrá comprar la felicidad. La historia está
llena de millonarios que vivieron y murieron en la desdicha. La felicidad es cuestión de actitud. No
de cuantos billetes tengo.
Extraído de Secretos Financieros